Todas muy ciertas y verdaderas. ¡Todos deberían conocerlas e implementarlas!
¿Qué piensan al respecto?
1) No hay nada que planear. Solo tienes que tener el coche a punto y ganas de conducir, el resto viene solo. No hace falta tener un itinerario marcado. Porque si no hay sitio para dormir en Pisa, siempre puedes acercarte a Lucca. Y si ves que no hace tiempo de playa, en lugar de quedarte en Caños de Meca tienes la opción de visitar Arcos de la Frontera.
2) No tendrás que llevar reloj porque vivirás sin horario. Esto no consiste en pegarse el gran madrugón para llegar a tiempo de coger el siguiente vuelo o estar a tu hora en la estación de tren. ¿A alguien le importa cuándo llegamos a nuestro destino? ¿O si decidimos estirar las horas de cama? No se trata de perder el tiempo, se trata de vivir sin prisas. Son vacaciones.
3) No tendrás que hacer esperas. Lo peor de coger un avión ocurre cuando tu vuelo se retrasa o se cancela y sientes como poco a poco vas perdiendo tu tiempo de vacaciones sentado en una terminal. Esto no pasa cuando se viaja en carretera. Tus vacaciones empiezan en cuanto te sientas en el coche.
4) Tú eres el DJ. Te librarás de la música supuestamente relajante de los aviones y no tendrás que oír lo que tu compañero de autobús lleve en su iPod. En el coche tú y tus amigos sois quienes decidís si preferís poneros interesantes con la selección musical o si optáis por repasar la discografía completa de Raphael o los grandes hits de Camela.
5) Podrás cantar hasta perder la voz. Porque no hay mayor placer que ir en coche y desgallitarte. Tú y tus colegas dándole todo como si no hubiese mañana. Es una experiencia altamente recomendable.
6) Nunca te quedarás sin batería en el móvil. Antes cargabas tu teléfono un lunes y podías toda la semana. Ahora la carga no te llega al final del día. Según desenchufas el teléfono, ves como empieza a bajar pasos agigantados para establecerse en el peligroso 'por debajo del 20%' en el momento en que necesitas hacer esa llamada tan importante o buscar algo en internet. Viajando en coche eso no pasa. Según haces kilómetros, puedes ir llenando la carga.
7) Es impredecible. Si ves un paisaje bonito puedes parar a hacerte una foto, si te cruzas un cartel con un desvío atractivos puedes hacerlo... No hay nada escrito así nunca sabrás qué toca a continuación. ¿Recuerdas los libros de elige tu propia aventura? Pues esto es más o menos así. Lo único que en ellos no aparecía de repente un rebaño de ovejas en mitad de tu lectura y aquí sí puedes encontrarlo en plena carretera. ¡Es la magia de estos viajes!
8) No hay límite de equipaje y no hay que preocuparse por los líquidos. Es tu maletero el que marca la cantidad de bolsas que puedes llevar. Todo cabe en la parte de atrás del coche, sobre todo si te pasaste los 90 jugando al Tetris. Además, si no te llega el espacio, siempre puedes recurrir a la baca y guardar allí la bicicleta, el kayak o lo que necesites para tu aventura.
9) Te ahorrarás la comida del aeropuerto. Excepciones a un lado, las terminales aéreas no se caracterizan precisamente por la buena oferta culinaria. Ni tampoco por los precios asequible. Esto no pasa en una road trip, porque éste es un viaje para darse homenajes gastronómicos.
10) Y podrás pararte a comer donde te apetezca. Desviarte de la ruta si la oferta es mejor en otro sitio o incluso detenerte en un pinar y comer un bocadillo de jamón ibérico bajo la sombra de un gran árbol. Tú eliges qué te apetece en ese momento.
11) Podrás vivir un idilio con un autoestopista. Le pasó a Clark Gable con Claudette Colbert en 'Sucedió una noche’ y tú puedes vivir algo parecido aunque en versión siglo XXI. ¡La carretera es perfecta para el amor!
12) También es un buen momento para reflexionar. Vayas solo o acompañado, los viajes en coche siempre dan pie a momentos de silencio y esos, cuando hay grandes rectas de por medio (ya sean las de EEUU o las de Castilla, invitan a la introspección. El escenario se tornará más idílico cuando nuestros compañeros duerman y estemos solos ante el asfalto.
13) Pararás cuando te apetezca. No es un viaje con escalas, tú decides si las haces y cuándo las haces. Las vas a necesitar para descansar, comer, etc. pero eres tú quién decide el cómo y cuándo, no la compañía aérea de turno.
14) Souvenirs para todos. ¿Cuántas veces te has dejado un regalo en la tienda por falta de espacio en la maleta? Si conoces esa sensación sabrás valorar la importancia del maletero donde cabe desde la maxijarra de cerveza al gorro de vaquero gigante.
15) La carretera une mucho. Lo que hoy es tragedia (que la rueda se pinche o estalle), mañana es historia y pasado anécdota. Será un viaje memorable que nunca olvidarás.
16) Si hace malo, cambias el rumbo. ¿Por qué viajar hacia el sur si por primera vez en el año dan mejor tiempo en el norte? Nada nos dejará sin playa si eso es lo que vamos buscando.
17) Llegarás a sitios que nunca hubieses pesando. Las aldeas, los bosques, los castillos abandonados… no están al alcance de todos los turistas. Solo los privilegiados que viajan en coche pueden hacerse una foto en uno de eso lugares que los que eligen el avión se quedarán sin ver.
18) Por fín algo de tiempo juntos. Te pasas el año en el trabajo rodeado de extraños y sin casi tiempo para estar con tus amigos, el viaje en coche es una buena ocasión para subsanarlo: compartir confidencias, hacer bromas, improvisar juegos, recordar viejas historias... o simplemente disfrutar de ese tiempo que no tienes durante el año.
19) Es la oportunidad de ir a un cine de verano. Porque eso sí que es una cosa de película y llena de romanticismo, pero solo podrás hacerlo si viajas en coche. Queda descartad la opción de aparcar el avión delante de la pantalla o hacer llegar hasta allí uno de los vagones del tren.
20) Y además te puedes encontrar al Brad Pitt de turno. Si Thelma y Louise tuvieron un encontronazo de este tipo, ¿por qué no puedes tener tú otro similar?
Con el tiempo y los años, la soledad se puede convertir en algo que no le deje seguir adelante con su vida. Lo cierto es que estar solos o no también puede afectar a nuestra felicidad y a nuestra salud.
Según un estudio1 realizado por el Instituto Karolinksa, los solteros maduros sufren enfermedades degenerativas en la edad avanzada antes que las personas que tienen una pareja estable. Si está soltero a los 50, tiene el doble de posibilidad de tener una enfermedad que una persona que tiene una relación. También este estudio deja claro que estas enfermedades afectan más a los hombres que a las mujeres.
Generalmente cuando se pasan los cincuenta, no se busca el mismo tipo de relación que durante la juventud. En el amor maduro se valora más cierta estabilidad y compañía así como complicidad con la pareja. Estamos ante un amor distinto, pero no por ello menos pasional.
Intente abrir su corazón de nuevo, piense que aún puede seguir siendo muy feliz si encuentra a la persona aecuada para una relación de pareja.
Muchas personas creen que la única salida después de haber vivido una historia de amor, sea estar solos. Nada más lejos de la realidad, la madurez es la época en la que mejor sabemos quiénes somos y estamos a gusto con nosotros mismos. Normalmente gozamos de una cierta estabilidad y seguridad económica y podemos permitirnos hacer alguna locura por amor.
Existen muchas posibilidades para encontrar el amor maduro, como viajes para solteros, citas para solteros o buscar pareja por Internet entre otras. Además, estamos en una época en la que ya no buscamos a una pareja perfecta, sino que aceptamos los defectos de los demás y sabemos ser felices con ellos. No es usted el único que se encuentra en esta situación, pruebe suerte y abra las puertas al amor tenga la edad que tenga.
El sociólogo Heribert Engstler2 afirma que "una nueva relación de pareja aumenta el estado de ánimo y ofrece nuevas posibilidades de intercambios y de un apoyo diario en el día a día" y que la clave está, en dejar que su familia se involucre en algo que a usted le haga feliz.
Quizás algunas personas maduras no busquen un amor maduro por miedo a qué pensaran sus hijos o sus amigos, sobre todo si son viudos o se han divorciado. No tenga vergüenza, seguro que su familia le apoyará en su decisión.